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lunes, 15 de enero de 2018

ALGUNAS PUNTUALIZACIONES SOBRE BLAS DE LEZO



Recientemente he leído un par de artículos en medios diferentes tratando el tema de la batalla de Cartagena de Indias de 1741 y, más concretamente, sobre las relaciones entre el virrey Eslava y el marino Blas de Lezo. Aciertan en que estos dos personajes no se llevaban bien y que el primero era un soberbio navarro que quería la gloria a toda costa y que destinaba más pecunio a la construcción de iglesias que a la Armada; por otra parte, tampoco se equivocan en señalar que Blas de Lezo era un gran estratega y que era un militar de equipo, al contrario que su rival, un adversario que fastidió todo lo que pudo al donostiarra denunciando al rey su actuación en la batalla y acusándole de haber perdido los barcos e instándole a que debía de pagarlos. Blas de Lezo cayó en desgracia tras la batalla, pese a  haber conseguido una clamorosa victoria contra la flota inglesa al mando del almirante Vernon -acción bélica que fue silenciada por los británicos por orden de su graciosa majestad Jorge II-. Blas de Lezo fue reconocido tras su muerte y se le concedió el marquesado de Ovieco (no de Oviedo, como señalan algunos), titulo que recayó en su hijo Blas Fernando.
En numerosas ocasiones se nombra a D. Blas de Lezo y Olaberrieta como almirante;sin embargo, este cargo, que sí existía en la marina inglesa,  no se usaba en la española -ayer discutí sobre este tema con un sargento de marina y no se bajaba del burro-. En España, el grado de almirante aparece en 1868, hasta entonces, los máximos mandos eran llamados capitán general de la Armada y teniente general -éste último era el que ostentaba D. Blas de Lezo y, que el la actualidad, equivaldría a un vicealmirante-.
También me llamó la atención la seguridad de uno de los autores del artículo -Juan Benet- al referirse al enterramiento del gran marino vasco. Dice que sus restos reposan en Cartagena, en lo que actualmente es un cine de verano. Es la primera vez que lo leo. Con anterioridad, he oído que fue arrojado al mar y, mi teoría más racional es que, debido a que falleció, como muchos otros soldados, tanto españoles como ingleses, por causa de la peste propagada por la gran cantidad de cadáveres, estaría enterrado en una iglesia con una capa de cal viva abajo y otra, encima, como era costumbre en la época con los apestados -la prueba la tenemos en la iglesia prioral de El Puerto de Santa María donde se descubrieron cantidad de restos en los que se había aplicado este método-.
Por último, el colmo del articulista es que sitúa la muerte de Lezo en 1740, cuando en realidad, fue un año después y recordar que vivió en El Puerto de Santa María con su familia durante casi un par de años (1736-1737) hasta que partió hacia el Caribe. El resto de los suyos, incluido su hermano y el servicio -entre el que se encontraba un esclavo negro llamado Antonio Lezo- , continuaron viviendo en la calle Larga hasta la muerte (1743) de su mujer  Dña.Josefa Pacheco de Bustos y Solís, una joven criolla con la que se había casado en Lima en 1725 cuando D. Blas estaba al mando de la flota de los Mares del Sur.

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