EL PROFESOR

Ocurre todos los años a las puertas del otoño, cuando los alumnos acuden en tropel a las aulas de escuelas, colegios, institutos y universidad, bien para pisarlas por vez primera, como ocurre con los aún mocosos, o para continuar con su formación a medida que van alcanzando altura. Una formación, que si acceden a la universidad, supone años de estudio. El primer día de clase a los alumnos les invade la curiosidad de lo nuevo. Estrenan aula, laboratorios, profesor, programa y nuevos compañeros en el caso de la universidad. A los profesores también nos despiertan interés esos jóvenes clientes que van alineándose en los pupitres según acceden al aula. Y no se sabe por qué circunstancia, ni razón, ese día, precisamente ese y en ese preciso instante, al profesor le da por cavilar y descubre que le ha caído un año más y que, además, esos ‘malditos’ y a la vez apreciados alumnos, no envejecen nunca: siempre tienen la misma edad.

Artículo completo de Antonio Serrano Nicolás en:

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